top of page

MATERIAL PARA MEMORIAS NO NARRADAS

Muchas veces lo que llamamos "síntoma" es una forma de defensa.


Cuando has vivido traumas, abusos,  carencias o abandono, el cuerpo se adapta para protegerte.

La amígdala se vuelve más sensible, el sistema de alerta se activa con facilidad, y lo que antes te ayudó a sobrevivir puede hoy hacerte sufrir.

No es tu culpa. No estás rot@, ni eres una fall@. Es biología adaptándose al dolor, respondiendo a lo que viviste.

La psicoterapia es el pilar del tratamiento

Existen terapias basadas en evidencia que ayudan a procesar lo vivido, recuperar seguridad interna y reconstruir el vínculo contigo mism@ y con el mundo.

No es solo “hablar de lo que duele”. Es transformar cómo tu cuerpo y tu mente reaccionan ante la vida y lo vivido.

No todas las terapias funcionan igual. Las que han demostrado mayor efectividad para sanar lo que dejó el trauma son:  Exposición Prolongada (PE), Terapia de Procesamiento Cognitivo (CPT), Terapia de Exposición Narrativa (NET), DBT-PTSD, entre otras.

Los fármacos pueden ayudar, sin ser el centro

Podemos verlos como un apoyo dentro del proceso. Ayudan a disminuir ese sistema de alerta constante, promueven estados de quietud, atenúan el miedo, y reducen esos pensamientos de desprecio que te impusieron.

También ayudan a que ciertos impulsos no tomen el control por completo, y que las emociones tengan un umbral más tuyo, más vivible.

No son una solución única, pero a veces, al disminuir este sufrimiento determinado, ayudan a que la psicoterapia tenga espacio.

El mindfulness ayuda a volver al cuerpo sin miedo

Practicado de forma gradual, puede ayudarte a reducir la reactividad, a convivir con emociones sin ser arrasad@ por ellas, a tener menos rumiación, más claridad y más conexión con el presente.

No reemplaza la terapia, pero puede ser un gran soporte. Y si, tiene evidencia científica sólida que respalda su asociación con cambios biológicos, como menor hiperreactividad amigdalar y mayor regulación emocional.

No tienes que hacerlo sol@

Sanar no es corregirte. Es entender que lo que hoy duele, alguna vez fue defensa.

Sanar es un proceso, y no es justo pedirte que lo hagas sin ayuda.

Este camino no tienes que caminarlo sol@. Pedir ayuda no es rendirse, es elegir no cargar con todo lo que te tocó sin apoyo: es cuidarte como mereces.

 

Gracias por leer. Gracias por estar.  
 

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Esta publicación no sustituye el acompañamiento terapéutico ni representa una postura clínica, sino una reflexión personal desde un sentido filosófico. La complejidad del ser humano es tan amplia, que no existe una única forma de procesar lo vivido. Lo que puede resonar en mí, puede no ser útil para todos. Si necesitas de acompañamiento, no dudes en pedir ayuda o acudir con un profesional, Es humano no tener que sostener solos.  

© Jesús [Maciel Z], 2024–2025. Todos los derechos reservados. Este artículo y todos los de la sección están protegidos por la Ley Federal del Derecho de Autor. Queda prohibida su reproducción total o parcial, distribución, traducción, modificación o cualquier otro uso sin autorización expresa y por escrito del autor.

bottom of page