top of page

ACUDIR CON UN PSIQUIATRA NO ES RENDIRSE. 

ES COMPRENDER.

BLN 221224.jpeg

La mente y el cuerpo no son entes separados.
No hay una línea divisoria entre lo que se siente y lo que se padece.
Lo que llamamos “mente” no flota en el aire: se construye con sustancias, con impulsos, con vías complejas que recorren el cuerpo entero.

 

No controlamos a voluntad nuestro hígado, ni nuestra tiroides, ni el ritmo exacto de nuestro corazón.
No decidimos cuánta insulina producir ni en qué momento nuestros riñones filtran toxinas.

 

Entonces, ¿cómo pensamos que podemos tener control total de algo tan complejo como la mente?
Uno que va más allá de nuestra voluntad, de nuestra comprensión científica y de nuestras propias manos.

 

La mente es más intrincada que cualquier otro órgano o sistema.
No está confinada al cerebro: se expresa en la piel, en el estómago, en el pecho que se cierra, en el insomnio que no avisa.
Y como todo lo vivo, puede desequilibrarse.

 

Pensar que no puede enfermarse, o que hacerlo es un “fracaso personal”, es una herencia de un mundo que nos enseñó a culpabilizar lo invisible.

 

¿Acaso alguien se siente culpable por tener una dermatitis?
¿Un glaucoma? ¿Una taquicardia? ¿Existe la idea de que eso es una etiqueta? ¿Qué tomar un medicamento es debilidad o fracaso?

 

Entonces… ¿por qué sentimos culpa al pedir ayuda cuando el sufrimiento es mental?

 

Porque nos dijeron que “no estar bien” es una debilidad.
Pero no lo es.

 

En un mundo que exige más de lo que un ser humano puede cargar, no estar bien es una respuesta profundamente humana.
Y pedir ayuda… no es fallar.
Es comprender el cuerpo que piensa.
Es darnos permiso de existir sin la exigencia de estar bien todo el tiempo.

 

Un psiquiatra no está para etiquetarte, juzgarte, darte una sentencia o borrar tu historia con un diagnóstico.
Como cualquier otra especialidad médica, el diagnóstico en psiquiatría no es una identidad, sino una guía clínica.
Se nombra lo biológico no para reducirte, sino para poder ayudarte, comprender tus síntomas y dar un tratamiento que alivie lo que duele.

 

Un diagnóstico puede ser una brújula, un marco de comprensión, un acto de cuidado.
Pero nunca define tu valor.

 

Porque ningún ser humano puede reducirse a un diagnóstico.
Somos infinitamente más que eso.
Somos historia, biología, memoria y vínculo.
Somos seres profundamente complejos.

 

El verdadero camino en los profesionales de la salud mental comienza al escuchar tu historia.
Al conectar lo vivido con lo biológico.
A entender cómo tu cuerpo y tu mente han ido adaptándose —a veces con dolor— a un mundo que no siempre cuida.

 

No es debilidad.
Es una forma de seguir.
Es la forma que encontró tu organismo para resistir.

 

Y por eso, acudir con un psiquiatra puede ser el primer paso para comprender lo que duele,
y empezar a vivir con más dignidad, sin vergüenza, sin culpa.
Como un acto de autocuidado.
Como una forma de resistencia profundamente humana.

 

Este texto no está hecho para vender.
Está escrito desde una responsabilidad ética y un respeto profundo por la profesión,
pero sobre todo por las personas que sufren.

 

Antes que los títulos, los diplomas o los reconocimientos,
un psiquiatra —como cualquier médico— tiene que ser, ante todo, un ser humano que vea a otros seres humanos.
No a “pacientes”. No a casos. A personas.

 

Eso es lo que cualquiera merece. Especialmente quien ya ha sido demasiado tiempo invisibilizado.

 

No importa si soy yo o cualquier otro profesional.
Puede que no sea la persona que elijas para acompañarte, y eso está bien.
Puede que no sea yo, por limitaciones humanas, de tiempo, de agenda,
o simplemente porque otro camino resuene más contigo.

 

Toma este texto no para elegirme a mí,
sino para entender lo que significa realmente este campo.

 

Y ojalá —desde ese entendimiento— te elijas a ti.
Y busques la ayuda que mejor acompañe tu historia.

Jesús Maciel Z. 

© Jesús [Maciel Z], 2024–2025. Todos los derechos reservados. Este artículo y todos los de la sección están protegidos por la Ley Federal del Derecho de Autor. Queda prohibida su reproducción total o parcial, distribución, traducción, modificación o cualquier otro uso sin autorización expresa y por escrito del autor.

bottom of page